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Villena, Alicante, Spain
Nace en Yecla en 1949, destacando desde muy pequeño en las artes plásticas, principalmente en dibujo y pintura. A los 9 años ingresa en la Escuela Municipal de Dibujo de Yecla, cursando estudios de Dibujo y Modelado, paralelo a sus estudios primarios. Participa en los movimientos artísticos de Yecla, junto a otros artistas, manifestando ya una inquietud por el diseño. Estudia Delineante General en la Escuela de Formación Profesional de Santiago, en Villena, incrementando su formación de Delineante y Proyección de Muebles en C.E.A.C. Pasa por distintas fases y empresas proyectando siempre en el sector del mueble y la decoración, finalmente abre estudio en Villena en el año 1980, dedicándose exclusivamente al Diseño Industrial en la gama de Muebles para Hogar e Instalaciones Hoteleras. Colabora en los últimos años en las Fiestas de Moros y Cristianos, aportando el diseño a Comparsas y Escuadras Especiales, consiguiendo diversos premios. Después de 25 años sin pintar, dedicados exclusivamente al diseño, empieza su nueva faceta en 2010, presentando su último trabajo el 10 de junio de 2011 en la Casa de Cultura de Villena.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Poesía


Es muy difícil definir de una manera exacta que es la pintura; pero para entenderla, primero hay que entender al que la crea, o sea al pintor; llegado este momento puede que la comprendáis mejor.

Hoy por hoy la pintura es un medio de comunicación, a través de la misma el hombre comunica sus experiencias y búsquedas personales, aquello que ama, aquello que conoce.

En esta exposición deberás descubrir la habilidad, aprendizaje y técnica de su creador; después observaréis las vivencias, inquietudes y maneras de ser de una colectividad, esto es, los personajes que el pintor ha plasmado…

La pintura habla más a los sentimientos que a los sentidos. El color mueve nuestra sensibilidad y transmite luz…


José Piqueras Lorenzo

Saharauis viejos

Primavera

Para poder beber

Texto de mi hermano

El recuerdo siempre ha estado muy claro en mi memoria y nunca lo olvidaré.
Debía ser finales de los cincuenta o principio de los sesenta, invierno frío yeclano, la familia al completo después de cenar se calienta en torno al brasero de la mesa camilla mientras se escucha la radio. Aún somos cinco: mis padres, mi abuela, mi hermano y yo. El quehacer de todos es el de siempre, mi padre lee alguna de sus novelas del oeste, mi madre y abuela en sus faenas del tipo de punto-ganchillo, yo creo hacer deberes escolares y como todos los anteriores no dejo de observar lo que hace mi hermano: DIBUJA. Levanta la cabeza mira el calendario colgado en la pared de enfrente, sobre mi madre, y que contiene la cara de un Cristo y la baja para, sobre su “bloc de dibujo”, hacer de él una réplica perfecta y aclarándonos que era “a lápiz carboncillo”. La facilidad con la que lo hace, lo que disfruta haciéndolo y la satisfacción que le produce nos tiene a todos admirados aunque disimulamos intercambiándonos miradas de complicidad sobre todo entre mis padres. Ya entonces sabíamos  que era algo natural en él, había nacido para eso y estábamos seguros de que el DIBUJO formaría parte muy importante en su vida.
Ha pasado mucho tiempo desde aquellas noches y muchas han sido las experiencias y los retos de toda índole vividos pero el dibujante siempre ha estado ahí, yo lo sé, bien como medio de escape y alivio frente a actividades de otro tipo, necesarias pero pasajeras, o como, casi siempre, de profesión …… ¿la pintura?: una consecuencia.


Tu hermano Pascual

Otoño

Olivos

Naranjas

Comentario José Valdés Columnista de "El Periódico de Villena"

El renacer de Juan Flor Azorín

Si escribir sobre Flor Azorín es difícil para mí, escribir sobre su pintura lo es mucho más. Desde muy pequeño su aptitud para plasmar sobre un papel, lienzo o cartulina su visión de un determinado detalle cautivaba a familiares, vecinos y amigos; recuerdo aquellos primeros dibujos, sobre papel, por los que las vecinas de nuestra abuela se peleaban cuando apenas era un niño, pasados unos años sus dibujos se plasmaron sobre lienzos que siempre representaban personajes o monumentos de las dos ciudades que siempre ha llevado en el corazón, Villena y Yecla.
A pesar de que el trabajo le separó de su gran pasión, la pintura, siempre cada fin de año el gusanillo le hizo pintar unas litografías para felicitar las navidades, con esto mataba ese gusanillo con el que ha luchado año tras año, sintiéndose aliviado del dolor de no pintar gracias a los bocetos para escuadras especiales de fiestas de Moros y Cristianos, con los que ha recogido, además de numerosos galardones en todo el ámbito festero nacional, reconocimientos a nivel internacional.
Hace unos meses recibí una llamada suya…. ¿primo, puedes pasarte por mi estudio?, tengo una cosa que enseñarte. Cuando abrí la puerta y, como siempre, me saludó con una sonrisa no podía dar crédito a mis ojos… ¡había vuelto a pintar!
¡Mira y dime que te parecen estos dibujos!, pinturas con dibujos basados en temas étnicos, bodegones, saleros azotados por el sol dejando la sal al descubierto, nómadas del Sáhara, que también conoce por “la mili” en las tropas nómadas, pequeños apuntes de casas y arboledas etc. fueron apareciendo delante de mí, con una mirada interrogante escuché su voz que me sacó del estado al que me trasportaron esos dibujos, primo, dime la verdad… ¿qué te parecen?, sin saber todavía qué contestar solamente le dije… ¿y esto, para qué? temiendo que fuese uno de sus clásicos “puntazos”, son para una exposición me contestó.
La exposición ha llegado, una exposición no monotemática, basada principalmente en dos sectores, las transparencias o filtros de color y otros temas sueltos realizados íntegramente con lápices y ceras acuarelables. Temas como retratos o bodegones dejan paso a otros cuadros basados en la edad media como el sitio de Villena, por cruzados y almogávares, también las tropas yeclanas desplazándose a Almansa para la batalla que cambió la historia de España, están reflejadas en la exposición logrando ese paralelismo, del que hablaba anteriormente, entre las dos ciudades.
Las transparencias, parte importante de la exposición, es la última incorporación en la obra de Flor Azorín, con ellas el dibujo toma más relevancia gracias a estos filtros de color, y los principales focos de luz se distribuyen por distintos lugares del cuadro, dando fuerza a la obra. Esta técnica, Flor Azorín la ha llevado a su punto más elevado, por las aplicaciones que les ha dado en diferentes obras, pues con ella consigue sintetizar las diferentes etapas de la vida en un pequeño lienzo, por lo que podemos observar básicamente varios cuadros en uno.
Queda por descubrir a Juan Flor Azorín como escultor, ya que solamente unos pocos hemos tenido la suerte de apreciar las tallas que, en su momento, realizó y de las cuales muy pocas quedan para poder apreciar que, si en el dibujo Juan Flor es especial, en la escultura no lo es menos.

Mi madre y sus 90

Mi compadre el Pipa

Membrillos

Membrillero

Maternidad

Mari y Pipo

Los santos inocentes

Limones

Las tres gracias

Igualdad

Había que ordeñar

Guerrilla en la casa del quinto

Granadas

Cardo

Texto del autor

Decir que no he pintado desde hace veintitantos años, puede que sea exagerado, si lo dice alguien que se gana la vida con el lápiz diseñando. Pero con certeza digo que desde que estoy viviendo en Villena, el tiempo que me dejaba libre mi trabajo habitual, lo he dedicado al diseño de trajes y carrozas para las fiestas de Moros y Cristianos. Antes este tiempo lo dedicaba a la pintura.
Esta faceta de pintor es bastante desconocida para una mayoría de gente de Villena, no tanto en Yecla. Mi última exposición fue en 1980 con mi amigo Miguel Palao, de Yecla, pintor donde los haya y gran dibujante. Por desgracia ya fallecido hace años, una verdadera pena porque era un maestro y un fenómeno muy reconocido. Va desde aquí mi homenaje y mi recuerdo. La exposición se hizo en la antigua sala de la Caja Rural; precisamente aquí en Villena.
Cuando empiezas de nuevo a pintar, después de tantos años, andas perdido. Quieres hacer de todo, con todo. Cualquier detalle cotidiano, lo que ves, lo que recuerdas, de cualquier cosa se puede hacer una composición y plasmarla. Como si todo el tiempo perdido lo quisieras recuperar. Tus antiguas formas no las ves, y aunque no quieras están ahí. Buscas, te cuesta encontrarte, y al final por tu experiencia empiezas a ver la luz. Digo esto porque en esta colección lo mismo se puede ver un dibujo suelto o un acrílico de corte impresionista (que ha sido mi escuela de siempre), que unos acuarelables que rallan en el hiperrealismo. Cuadros que parece que están pintados en otra época, y sin embargo son de ahora. Todo ello lo he ido haciendo según mi estado de ánimo. Plasmando uno lo que siente. Mi cariño por África, con su etnia y colorido. Mis recuerdos del Sahara, y algunos cuadros representando epopeyas del pasado, que estoy seguro algunos historiadores me tirarán de las orejas. Pero yo imagino que así pudo ser, y cómo no, también he pintado la vida misma actual, me he sentido muy a gusto y cómodo transformando el color de la realidad por medio de filtros geométricos difuminados.
No sé si aporto o destruyo, eso no puedo decirlo yo, doctores tiene la iglesia. Pero lo he hecho con responsabilidad, valentía y seriedad; porque, ante todo, para mí la pintura es algo muy serio. Sólo tiene en mi criterio dos calificativos: buena o mala; sea antigua, moderna o contemporánea. Todo esto lo he realizado prescindiendo del óleo, porque como dijo Sorolla: “para pintar vale cualquier cosa siempre que se domine la técnica”.
Este “Retorno” cuando ya empieza el declive de mi vida, lo hago con la pasión y la fuerza que tiene el árbol milenario, cuando rebrota en primavera. Con la ilusión de reunir amigos, vecinos y conocidos; tomar un vino juntos, presentaros mi trabajo y preguntaros sinceramente que os parece. Si la exposición es visitada por el público me sentiré feliz, y las horas que he robado a mi familia habrán merecido la pena y me darán motivos para no dejar de pintar y seguir investigando.

            Juan Flor Azorín

Caquis

Exposición Casa de la Cultura 10 de Junio 2011

EXPOSICIÓN EN LA CASA DE LA CULTURA 10 de Junio 2011
Entrevista Intercomarcal

 
FLOR-AZORÍN: UN PINTOR EN PLENA MADUREZ

Flor-Azorín, saca de su estudio después de muchos años, una colección extraordinaria de obras, que responden a dos tipos de lenguaje. Uno es su veterana forma de enfrentarse a sus pinturas, con una interpretación personal de la realidad, de la fiesta o de la historia, con una dicción resuelta. Estamos en el cénit de un artista polifacético de innatos valores, que de forma autodidacta y claramente marcado por su oficio de diseñador y de creativo, aborda con madurez, de manera figurativa, los contenidos que aleatoriamente le salen al paso, resolviendo con una técnica colorista y equilibrada, la diversa temática elegida para esta exposición. No deja de ser una pintura intimista porque recoge instantes de su vida, reminiscencias de sus viajes, retazos de sus experiencias festeras y los ejecuta de manera resuelta, contraponiendo las tonalidades cálidas a los claroscuros. Conforma un estilo propio, en el que se percibe la atmósfera en el cuadro. Los efectos de profundidad y perspectiva. Con una forma de pintar resuelta y moderna.

La otra parte de la exposición se sale de lo normal. Flor-Azorín, sin abandonar su estilo propio, investiga y plasma con entera libertad, a través de una serie las tamices geométricas de coloración, otras temáticas no menos aleatorias. Consigue un efecto neocubista, en el que utiliza la triangulación o geometrización, como soporte para tratar cada sector del cuadro con un filtro cromático distinto. Estructura el cuadro con segmentos y figuras poligonales. Crea zonas en las que coloca un cedazo monocromo y cada uno de estos espacios los hace cambiar de color. Al final es una travesura del artista. Y es que el arte es creación libre, muchas veces caprichosa. Flor Azorín con estas recreaciones, consigue efectos expresivos y, en algunas de sus obras, sobre todo las de temática africana, logra resultados sumamente líricos, muy poetizados. Me recuerda los antojos de los cubistas. Ellos modificaban la imagen, superponiendo perfiles y frontales. Juan zonifica y transmuta el color.

Lo primordial es que ha tenido la valentía, a estas alturas, donde muchos prefieren el júbilo y la contemplación, de enfrentarse a sí mismo y colgar sus cuadros ante el público. Mas lo plausible no es la acción en sí misma de lanzarse al ruedo, sino el resultado de la faena, que no ha podido ser más fructífera.


Felipe Ortuño Concejal de Cultura de la ciudad de Yecla

Crisis ESPOSICIÓN ARTE KARANA


Notícia en "El Periódico de Villena"
Inauguración exposición "Intercomarcal TV"
Entrevistas a los pintores "Intercomarcal TV"

Niños en la Sahia

Niños felicies

Salinas

Salero de Villena

Salero

Alcaucín

Tirao

Ruinas

Para poder comer

Romería de la Virgen

Pinada de la Virgen